lunes, 20 de julio de 2009

LANZAMIENTO LOS PERPLEJOS, DE CYNTHIA RIIMSKY, el 29 de julio en el Teatro del puente

Estimados Amigos de Sangría: están invitados el miércoles 29 de julio a las 19:30 horas a la presentación de Cynthia Rimsky en el Teatro del Puente. Participarán con sus lecturas Jorge Guzmán, escritor y crítico, y Rubí Carreño, crítica literaria.

Compartiremos un vieo, lectura en vivo, sonido del río, vino y conversación.

El Teatro del Puente queda entre los puentes Purísima y Pío Nono; hay estacionamientos por Avenida Santa María.

PRENSA --- La sombra del humo en el espejo

NOVEDADES de SANGRÍA EDITORA EN JUNIO: Los perplejos, de Cynthia Rimsky

En la colección Narrativas contemporáneas publicamos Los perplejos, de Cynthia Rimsky.

Cynthia Rimsky Mitnik nació en Santiago en 1962. En 1995 obtuvo el primer premio en los Juegos Literarios Gabriela Mistral por el relato inédito El aliento de Fátima. En 2001, tras un viaje por los países de donde emigraron sus abuelos, publica la novela Poste restante, que en 2002 obtiene el segundo lugar en el Premio Municipal de Santiago. Ese año recibe la beca Fundación Andes y viaja al norte de Chile para escribir La novela de otro, publicada en 2004. Desde entonces ha continuando viajando a los lugares más diversos en la investigación para sus novelas, mientras se desempeña también como profesora de guión cinematográfico.


En este libro hay entremezcladas dos novelas. Una parece un diario de viaje, pero se trata de los andamios que Cynthia Rimsky fue disponiendo para construir un relato sobre la perplejidad y que, por economía o nostalgia, no hizo desaparecer. La otra parece una novela histórica, pero se trata de la lectura fragmentaria de biografías y ensayos sobre la vida del filósofo cordobés Rabí Moshé ben Maimón, que resultaron ser ficticios y que la autora llevó consigo a los lugares donde no anduvo el personaje que investigaba, registrando un viaje que nunca se realizó.
En esta, su tercera novela, Cynthia Rimsky profundiza en su inconfundible proyecto literario. El viaje, la observación minuciosa y la experiencia accidentada introducen al lector en la búsqueda imaginaria del célebre autor de la Guía de perplejos, para dar paso a una reflexión sobre el lugar de la literatura en un mundo despojado de toda noción de sabiduría.

NOVEDADES de SANGRÍA EDITORA EN JUNIO: La sombra del humo en el espejo, de Augusto d'Halmar

En la colección Reserva de narrativa chilena publicamos La sombra del humo en el espejo, de Augusto d'Halmar.

Augusto d’Halmar nació en Santiago en 1882. Hijo del navegante bretón Augusto Goemine y de la chilena Manuela Thomson, tomó el apellido de su bisabuelo sueco para firmar una obra narrativa marcada por el cosmopolitismo y la complejidad.
Inspirado en novelas como Resurrección, fundó junto a Fernando Santiván y Julio Ortiz de Zárate la Colonia Tolstoyana de San Bernardo en 1904, que sin embargo duró pocos meses. Ejerció como cónsul general de Chile en Indostán desde 1907 a 1909, año en que fue trasladado a Eten, Perú, donde ejerció la diplomacia hasta 1915. A partir de ese año se integró a Pedro Prado, Acario Cotapos, Alfonso Leng y Juan Francisco González, entre otros, en el grupo artístico Los Diez, con quienes participó en coloquios literarios y creó la revista homónima.
En 1902 publicó la novela Juana Lucero. En 1917 se radicó en Buenos Aires y después en Madrid, donde publicó Nirvana, Mi otro yo y La sombra del humo en el espejo entre los años 1918 y 1924. También en 1924 publicó Pasión y muerte del cura Deusto. Luego, en 1934, publicó Capitanes sin barco, cuando regresó definitivamente a Chile entre homenajes a su labor cultural. En 1942 se hizo merecedor del Premio Nacional de Literatura, que había sido creado el mismo año.
Augusto d’Halmar murió el 27 de enero de 1950. En su tumba puede leerse la frase con que concluye La sombra del humo en el espejo: “Nada he visto sino el mundo y no me ha pasado nada sino la vida”.

Escrita en París durante 1918, La sombra del humo en el espejo es un punto de inflexión en la obra de Augusto d’Halmar y también en la literatura chilena: es la apertura del enclaustrado narrador santiaguino a otras tradiciones y relatos. A través de Egipto, por el Sahara y en el relato de su idilio con el muchacho Zahir –junto al cual el protagonista continúa rumbo a la India y Estambul, Atenas y París, pasando por diferentes destinos en Italia, Suiza y Marsella, para terminar solo en Perú–, esta primera novela de la tetralogía transeúnte de d’Halmar presenta una escritura donde el tiempo es retenido por las sensaciones y los padecimientos físicos del narrador, que lucha con el pasar de la página como contra un sentimiento de pérdida que acecha los recuerdos.